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Poemas cortos de Salvatore Quasimodo

 Antiguo invierno

Salvatore Quasimodo

Deseo de tus manos claras
en la penumbra de la llama:
sabían a roble ya rosas,
a muerte. Antiguo invierno.
Buscaban el mijo los pájaros
y enseguida eran de nieve;
e igual las palabras.
Un poco de sol, un estrellón de ángel.
y luego la niebla; y los árboles,
y nosotros hechos de aire en la mañana.

No he perdido nada

Todavía estoy acá, el sol gira
a mis espaldas como un halcón y la tierra
repite mi voz en la tuya.
Y vuelve a empezar el tiempo visible
en el ojo que redescubre la luz.
No he perdido nada.
Perder es ir más allá de un diagrama del cielo
a lo largo de movimientos de sueños, un río
lleno de hojas.


Salvatore Quasimodo: 1901, Sicilia, Amalfi, 1968, Campania, Italia.
Poeta italiano

Canción del corsario (Lord Byron)

 Canción del corsario

Lord Byron

En su fondo mi alma lleva un tierno secreto
solitario y perdido, que yace reposado;
mas a veces, mi pecho al tuyo respondiendo,
como antes vibra y tiembla de amor, desesperado.

Ardiendo en lenta llama, eterna pero oculta,
hay en su centro a modo de fúnebre velón,
pero su luz parece no haber brillado nunca:
ni alumbra ni combate mi negra situación.

¡No me olvides!... Si un día pasaras por mi tumba,
tu pensamiento un punto reclina en mí, perdido...
La pena que mi pecho no arrostrara, la única,
es pensar que en el tuyo pudiera hallar olvido.

Escucha, locas, tímidas, mis últimas palabras
la virtud a los muertos no niega ese favor;
dame... cuanto pedí. Dedícame una lágrima,
¡la sola recompensa en pago de tu amor!...

George Gordon Byron  1788 - 1824 Inglaterra
Poeta mas conocido como: Lord Byron

Al cumplir mis 36 años (Lord Byron)

 Al cumplir mis 36 años

Lord Byron
¡Calma, corazón, ten calma!
¿A qué lates, si no abates
ya ni alegras a otra alma?
¿A qué lates?

Mi vida, verde parral,
dio ya su fruto y su flor,
amarillea, otoñal,
sin amor.

Mas no pongamos mal ceño!
¡No pensemos, no pensemos!
Démonos al alto empeño
que tenemos.

Mira: Armas, banderas, campo
de batalla, y la victoria,
y Grecia. ¿No vale un lampo
de esta gloria?

¡Despierta! A Hélade no toques,
Ya Hélade despierta está.
Invócate a ti. No invoques
más allá

Viejo volcán enfriado
es mi llama; al firmamento
alza su ardor apagado.
¡Ah momento!

Temor y esperanza mueren.
Dolor y placer huyeron.
Ni me curan ni me hieren.
No son. Fueron.

¿A qué vivir, correr suerte,
si la juventud tu sien
ya no adorna? He aquí tu
muerte.

Y está bien.
Tras tanta palabra dicha,
el silencio. Es lo mejor.
En el silencio ¿no hay dicha?
y hay valor.

Lo que tantos han hallado
buscar ahora para ti:
una tumba de soldado.
Y hela aquí.

Todo cansa todo pasa.
Una mirada hacia atrás,
y marchémonos a casa.
Allí hay paz.

George Gordon Byron  1788 - 1824 Inglaterra
Poeta inglés, mas conocido como: Lord Byron

Tres palabras de fortaleza (Friedrich Schiller)

 Tres palabras de fortaleza 

 Friedrich Schiller

Hay tres lecciones que yo trazara
con pluma ardiente que hondo quemara,
dejando un rastro de luz bendita
doquiera un pecho mortal palpita.

Ten esperanza. Si hay nubarrones,
si hay desengaños y no ilusiones,
descoge el ceño, su sombra es vana,
que a toda noche sigue un mañana.

Ten Fe. Doquiera tu barca empujen
brisas que braman u ondas que rugen,
Dios (no lo olvides) gobierna el cielo,
y tierra, y brisas, y barquichuelo.

Ten Amor, y ama no a un ser tan sólo,
que hermanos somos de polo a polo,
y en bien de todos tu amor prodiga,
como el sol vierte su lumbre amiga.

¡Crece, ama, espera! graba en tu seno
las tres, y aguarda firme y sereno
fuerzas, donde otros tal vez naufraguen,
luz, cuando muchos a oscuras vaguen.

Friedrich Schiller (1759 - 1805) Alemanía

El futuro (Julio Cortázar)

 El futuro

Julio Cortázar

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.


Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.


No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.


Julio Cortázar: Bélgica 1914, Francia 1984; de nacionalidad argentino.Julio Florencio Cortázar fue profesor, escritor y poeta.Obras poéticas de Cortázar: su primera obra fue: Presencia (Sonetos) luego publicó Salvo el crepúsculo y después Pameos y meopas.

Arte poética (Vicente Huidobro)

 Arte poética

  Vicente Huidobro

Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata,

Estamos en el ciclo de los nervios,
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh, Poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El Poeta es un pequeño Dios.

Vicente Huidobro: Chile 1893 – 1948.

Vicente García-Huidobro Fernández, poeta, fue un exponente del creacionismo, es considerado uno de los 3 grandes de la poesía chilena, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda.

Cuando éramos niños (Mario Benedetti)

 Cuando éramos niños
Mario Benedetti

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana no existía.

Luego cuando muchachos los viejos
eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente una palabra.

Ya cuando nos casamos los ancianos
estaban en los cincuenta un lago
era un océano la muerte era la muerte de los otros.

Ahora veteranos ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser la nuestra.

Mario Benedetti: 1920 - 2009, Uruguay.
Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia, conocido solo como Mario Benedetti, fue un escritor y poeta uruguayo, integrante de la Generación del 45, uno de los más reconocidos en la lengua hispana.

Bajo tu clara sombra (Octavio Paz)

 Bajo tu clara sombra

 Octavio Paz

Un cuerpo, un cuerpo solo, un sólo cuerpo
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;
la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto; Arena, besos, labios,
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora;
unos tobillos, puentes del verano;
unos muslos nocturnos que se hunden
en la música verde de la tarde;
un pecho que se alza
y arrasa las espumas;
un cuello, sólo un cuello,
unas manos tan sólo,
unas palabras lentas que descienden
como arena caída en otra arena….
Esto que se me escapa,
agua y delicia obscura,
mar naciendo o muriendo;
estos labios y dientes,
estos ojos hambrientos,
me desnudan de mí
y su furiosa gracia me levanta
hasta los quietos cielos
donde vibra el instante;
la cima de los besos,
la plenitud del mundo y de sus formas.

 Octavio Paz: México, 1914, 1998.

Pan y Siringe (Ovidio)

 Pan y Siringe

 Ovidio 
Nota: Pan es el dios romano de los pastores que acosa a Siringe una ninfa de la diosa Artemisa.
entre las hamadríades muy célebre Nonacrinas,
náyade una hubo; las ninfas Siringe la llamaban.
No una vez a los sátiros había burlado ella, que la perseguían,
y a cuantos dioses la sombreada espesura 
y el feraz campo tiene. 
A la Ortigia diosa con sus afanes y con su propia
virginidad honraba. 
Según el rito también ceñida de Diana,
engañaría y podría creérsela la Latonia, 
si no de cuerno el arco de esta, 
si no fuera áureo el de aquella;
así también engañaba. 
Volviendo ella del collado Liceo
Pan la ve, y de pino agudo ceñida su cabeza
tales palabras refiere...' 
Restaba sus palabras referir,
y que, sus preces despreciadas, 
había huido por lo no hollado la ninfa,
hasta que del arenoso Ladón al plácido caudal
llegó; que aquí ella, su carrera al impedirle sus ondas,
que la mutaran a sus líquidas hermanas les rogó,
y que Pan, cuando presa de él ya a Siringe creía,
en vez del cuerpo de la ninfa, cálamos sostuvo lacustres,
y que mientras allí suspira, movidos dentro de la caña los vientos
hicieron un sonido tenue y semejante a quien se lamenta;
que por esa nueva arte y por la dulzura de su voz el dios cautivado
'Este coloquio a mí contigo' había dicho 'me quedará,'
y que así, los dispares cálamos, con la trabazón de la cera
entre sí juntados, el nombre retuvieron de la muchacha.

Pluvio Ovidio Nasón: Roma, 43 a. de C. - 17 a. de C.

A la espera de la oscuridad (Alejandra Pizarnik)

 A la espera de la oscuridad

Alejandra Pizarnik


Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.
Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.
Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos


Alejandra Pizarnik: Argentina 1935 - 1972.
Flora Alejandra Pizarnik fue poeta, ensayista y traductora.

La vida es sueño, Monólogo de Segismundo (Calderón de la Barca)

  La vida es sueño Monólogo de Segismundo Calderón de la Barca                                                                      Sueña el...