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Poemas cortos de Emily Dickinson

Que yo siempre amé
Emily Dickinson

Que yo siempre amé
yo te traigo la prueba
que hasta que amé
yo nunca viví bastante.

que yo amaré siempre
te lo discutiré
que amor es vida
y vida inmortalidad

esto, si lo dudas, querido,
entonces yo no tengo
nada que mostrar
salvo el calvario

Certidumbre

Yo jamás he visto un yermo
y el mar nunca llegué a ver
pero he visto los ojos de los brezos
y sé lo que las olas deben ser.

Con Dios jamás he hablado
ni lo visité en el Cielo,
pero segura estoy de adónde viajo
cual si me hubieran dado el derrotero.

Poema 37

Corazón, le olvidaremos
en esta noche tú y yo.
Tú, el calor que te prestaba.
Yo, la luz que a mí me dio.
Cuando le hayas olvidado
dímelo, que he de borrar
aprisa mis pensamientos.
Y apresura tu labor
no sea que en tu tardanza
vuelva a recordarle yo.

Ensueño

Para fugarnos de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaja mejor en el poema
que en el más brioso y rápido corcel

Aun el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre solo de silencio y paz.

No es que el morir nos duela tanto
No es que el morir nos duela tanto
Es el vivir lo que nos duele más
Pero el Morir es un camino distinto
Una variedad detrás de la Puerta

La Costumbre Sureña del Pájaro
Que antes de que lleguen las heladas
Acepta una Latitud mejor.

Poema 51

Mi amado ha de ser un ave
¡porque vuela!
Ha de ser mortal mi amante,
¡porque muere!
Tiene cual la abeja, aguijón.
Oh, extraño amigo,
¡eres un enigma!

Emily Dickinson: poetisa de Estados Unidos: 1830  –  1886.

Tú me quieres blanca (Alfonsina Storni)

 Tú me quieres blanca

Alfonsina Storni

Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.

Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.

Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:

Habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.

Alfonsina Storni: 1892 - 1983, Argentina.

Hombres necios que acusáis (Sor Juana Inés de la Cruz)

  Hombres necios que acusáis

Sor Juana Inés de la Cruz

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana;
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?

Mas, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejáos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

Amor empieza por desasosiego

Amor empieza por desasosiego,
solicitud, ardores y desvelos;
crece con riesgos, lances y recelos;
susténtase de llantos y de ruego.

Doctrínanle tibiezas y despego,
conserva el ser entre engañosos velos,
hasta que con agravios o con celos apaga
con sus lágrimas su fuego.

Su principio, su medio y fin es éste:
¿pues por qué, Alcino, sientes el desvío de Celia,
que otro tiempo bien te quiso?
¿Qué razón hay de que dolor te cueste?

Pues no te engañó amor, Alcino mío,
sino que llegó el término preciso.

Sor Juana Inés de la Cruz: 1648 - 1695, México.

Bajo la lluvia (Juana de Ibarbourou)

 Bajo la lluvia

Juana de Ibarbourou

¡Cómo resbala el agua por mi espalda!
¡Cómo moja mi falda,
y pone en mis mejillas su frescura de nieve!
Llueve, llueve, llueve,
y voy, senda adelante,
con el alma ligera y la cara radiante,
sin sentir, sin soñar,
llena de la voluptuosidad de no pensar.

Un pájaro se baña
en una charca turbia; mi presencia le extraña,
se detiene… me mira… nos sentimos amigos…
¡Los dos amamos muchos cielos, campos y trigos!

Después es el asombro
de un labriego que pasa con su azada al hombro
y la lluvia me cubre de todas las fragancias
de los setos de octubre.
Y es, sobre mi cuerpo por el agua empapado
como un maravilloso y estupendo tocado
de gotas cristalinas, de flores deshojadas
que vuelcan a mi paso las plantas asombradas.
Y siento, en la vacuidad
del cerebro sin sueño, la voluptuosidad
del placer infinito, dulce y desconocido,
de un minuto de olvido.
Llueve, llueve, llueve,
y tengo en alma y carne, como un frescor de nieve.

Desde Creta ven, Afrodita (Safo de Lesbos)

 Desde Creta ven, Afrodita

Safo de Lesbos


Desde Creta ven, Afrodita,
 aquí a este sacro templo, que un bello bosque
de manzanos hay, y el incienso humea ya en los altares;
suena fresca el agua por los manzanos
y las rosas dan al lugar su sombra,
y un profundo sueño de aquellas hojas trémulas baja: baja;
pasto de caballos, el prado allí lleno está de flores de primavera
y las brisas soplan oliendo a miel…
Ven, Chipriota, aquí y, tras tomar guirnaldas,
en doradas copas alegremente
mezclarás el néctar para escanciarlo con la alegría.



Poeta

  Poeta


Vate, bardo

Poeta es la persona que mediante el uso de la palabra expresada o escrita expresa sus sentimientos, sus emociones a través de sus composiciones llamados poemas o poesía.
Poeta, también es conocido como vate o bardo, es un ser que se dedica a crear  fantasías a las que también llaman poesías.
Existen poetas desde la antigüedad: de hecho, la poesía suele estar asociada a los relatos orales a las que el poeta las convierte en subliminales.
El poeta pinta con sus versos imagenes y realidades que demuestran sus sentimientos, que hablan y sufren o rien y estas imagenes se perennizan en la retina de las miradas de los que leen, declaman o escuchan los versos y la guardan en sus memorias para recorderlas mas adelante.
Los poetas, por lo tanto, son escritores que se vuelcan a las obras en verso. 
Cuando la persona que escribe poesía es una mujer, puede recibir la calificación de poetisa. 
Como suele ocurrir con cualquier disciplina artística, no existe un criterio específico que permita definir a una persona como poeta. 
Hay quienes consideran que los poetas son quienes escriben versos de una cierta calidad; otros califican como poetas a los que logran publicar libros de poesía y también existen aquellos que llaman poeta a cualquier persona que escriba poesía, aún cuando no la publique o sin tomar en cuenta la calidad de la composición.
Del mismo modo, hay quienes consideran que se nace poeta, así como escritor o artista en general, ya que no se trata de algo que pueda aprenderse sino de un talento que debe desarrollarse. 
Cada punto de vista puede ser válido, dado que son opiniones; cabe señalar que entre los poetas también se dan diversas apreciaciones acerca de este mismo tema.
Un buen poeta tiene la particular capacidad de utilizar el lenguaje como si se tratara de una paleta de colores con la cual puede crear imágenes que la gente de otros campos jamás podría imaginar; esto no significa que la poesía sea necesariamente bella, al menos no como se entiende este término convencionalmente, sino que aprovecha las palabras de infinitas formas, las renueva, les brinda una vida y un color que nunca habían tenido y las pone al servicio del arte.
Lamentablemente, la figura del poeta no recibe el mismo respeto que la del novelista, por ejemplo, así como tampoco suele obtener los mismos beneficios económicos por su trabajo. 
Gracias a la mala información, mucha gente tiende a pensar que no cuesta trabajo o esfuerzo escribir poesía, que ésta nace de un momento de inspiración al cual no le sigue ningún tipo de proceso de revisión o reescritura. 
Es bueno recordar que no hay "poetas malditos", esa frase solo es una prosa del poeta frances Jean Paul Verlaine y que sirvió de titulo para calificar a otros poetas, siendo Verlaine el jefe, el contumaz; los otros que conformaron el grupo fueron: los poetas fanceses Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé, De L'isle, entre otros de varias nacionalidades
.
Hay una percepción de que la poesía convierte al poeta en un ser haragán, flojo, desinteresado en la realidad y poco comprometido que a diferencia del novelista, no se entrega durante largos meses a la creación de sus obras, sino que las plasma en papel en unos minutos y luego se tira a admirar el atardecer. 
La realidad es tan diferente como flexible: puede haber novelistas poco dedicados y poetas que no se despegan de sus escritorios.

Algunos  de los mas grandes poetas de la historia:
- Homero (griego que vivió en el siglo VIII a.C.)
- Dante Alighieri (italiano 1265-1321)
- William Shakespeare (inglés 1564-1616)
- Johann Wolfgang von Goethe (alemán 1749-1832)
- Charles Baudelaire (francés 1821-1867) 
- Federico García Lorca (español 1898-1936)
- Pablo Neruda (chileno 1904-1973) 
- Cesar Vallejo (peruano 1892 - 1938)

Son solo algunos de los poetas más importantes de la historia, que consiguieron trascender las fronteras y conquistar a lectores de todo el planeta.xxx

Ojos astrales (José Hernández)

x   José Hernández Si Dios un día, cegara toda fuente de luz, el universo se alumbraría con esos ojos que tienes tú. Pero si lleno de  agrio...