Mostrando entradas con la etiqueta Emily. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Emily. Mostrar todas las entradas

Embriaguez (Emily Dickinson)

 Embriaguez

Emily Dickinson

En jarros tallados en nácar
apuro un licor ignorado...
Tal vez ni del Rhin en las cavas
pudiera mi sed encontrarlo.

Con una embriaguez de rocío,
borracha de incógnitos hálitos,
tabernas de azul diluido
recorro en perpetuos veranos.

Cuando las abejas
y las mariposas,
agobiadas, ebrias,
vuelen de las pomas,
aún libaré yo mi vaso
de extraño licor...

Hasta que los ángeles
me agiten su níveo penacho,
y a los ventanales
celestes se asomen los santos
para contemplarme
borracha de azul y de sol.

Emily Dickinson: Estados Unidos 1830  –  1886.

Emily Elizabeth Dickinson,​ su poesía la ha colocado en el panteón de poetas fundamentalistas estadounidenses junto a Edgar Allan Poe y Walt Whitman.

Poemas cortos de Emily Dickinson

Que yo siempre amé
Emily Dickinson

Que yo siempre amé
yo te traigo la prueba
que hasta que amé
yo nunca viví bastante.

que yo amaré siempre
te lo discutiré
que amor es vida
y vida inmortalidad

esto, si lo dudas, querido,
entonces yo no tengo
nada que mostrar
salvo el calvario

Certidumbre

Yo jamás he visto un yermo
y el mar nunca llegué a ver
pero he visto los ojos de los brezos
y sé lo que las olas deben ser.

Con Dios jamás he hablado
ni lo visité en el Cielo,
pero segura estoy de adónde viajo
cual si me hubieran dado el derrotero.

Poema 37

Corazón, le olvidaremos
en esta noche tú y yo.
Tú, el calor que te prestaba.
Yo, la luz que a mí me dio.
Cuando le hayas olvidado
dímelo, que he de borrar
aprisa mis pensamientos.
Y apresura tu labor
no sea que en tu tardanza
vuelva a recordarle yo.

Ensueño

Para fugarnos de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaja mejor en el poema
que en el más brioso y rápido corcel

Aun el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre solo de silencio y paz.

No es que el morir nos duela tanto
No es que el morir nos duela tanto
Es el vivir lo que nos duele más
Pero el Morir es un camino distinto
Una variedad detrás de la Puerta

La Costumbre Sureña del Pájaro
Que antes de que lleguen las heladas
Acepta una Latitud mejor.

Poema 51

Mi amado ha de ser un ave
¡porque vuela!
Ha de ser mortal mi amante,
¡porque muere!
Tiene cual la abeja, aguijón.
Oh, extraño amigo,
¡eres un enigma!

Emily Dickinson: poetisa de Estados Unidos: 1830  –  1886.

Poema 128 (Emily Dickinson)

 Poema 128

Emily Dickinson

Dame el ocaso en una copa,
enumérame los frascos de la mañana
y dime cuánto hay de rocío,
dime cuán lejos la mañana salta
dime a qué hora duerme el tejedor
que tejió el espacio azul.

Escríbeme cuántas notas habrá
en el nuevo éxtasis del tordo
entre asombradas ramas
cuántos caminos recorre la tortuga
cuántas copas la abeja comparte,
disoluta del rocío.

También, ¿quién puso la base del arco iris,
también, quién guía las esferas dóciles
por juncos de azul flexible?
¿Qué dedos atan las estalactitas
quién cuenta la plata de la noche
para saber si nadie está en deuda?

¿Quién edificó esta casita albana
y cerró herméticamente las ventanas
que mi espíritu no puede ver?
¿Quién me dejará salir un día de gala
con implementos de vuelo,
fugaz pomposidad?

Emily Dickinson: Estados Unidos 1830  –  1886.

Emily Elizabeth Dickinson,​ su poesía la ha colocado en el panteón de poetas fundamentales estadounidenses junto a Edgar Allan Poe y Walt Whitman.

Ven, camina conmigo (Emily Brontë)

 Ven, camina conmigo

Emily Brontë

Ven, camina conmigo,
sólo tú has bendecido alma inmortal.
Solíamos amar la noche invernal,
Vagar por la nieve sin testigos.
¿Volveremos a esos viejos placeres?
Las nubes oscuras se precipitan
ensombreciendo las montañas
igual que hace muchos años,
hasta morir sobre el salvaje horizonte
en gigantescos bloques apilados;
mientras la luz de la luna se apresura
como una sonrisa furtiva, nocturna.

Ven, camina conmigo;
no hace mucho existíamos
pero la muerte ha robado nuestra compañía
Como el amanecer se roba el rocío.
Una a una llevó las gotas al vacío
hasta que sólo quedaron dos;
pero aún destellan mis sentimientos
pues en ti permanecen fijos.

No reclames mi presencia,
¿puede el amor humano ser tan verdadero?
¿puede la flor de la amistad morir primero
y revivir luego de muchos años?
No, aunque con lágrimas sean bañados,
Los túmulos cubren su tallo,
La savia vital se ha desvanecido
y el verde ya no volverá.
Más seguro que el horror final,
inevitable como las estancias subterráneas
donde habitan los muertos y sus razones,
El tiempo, implacable, separa todos los corazones.

Emily Brontë:  Thornton, 1818 - Haworth, 1848, Gran Bretaña.

Emily Bronte escribió unos 200 poemas, suficientes para ser incluida entre los grandes poetas del romanticismo inglés del XIX, época en la que coincide con Lord Byron, John Keats, Percy Shelley, William Wordsworth, William Blake, Robert Browning, Elizabeth Barrett y Cristina Rossetti.

Remembranzas (Emily Bronte)

 Remembranzas

Emily Bronte


¡Frío bajo tierra… y la profunda nieve amontonada sobre ti,
lejano, aislado, frío en la tumba sombría!
¿Me habré olvidado de amarte, mi único Amor,
separados al fin por la ola del tiempo que todo lo separa?

Ahora, cuando esté sola, ¿dejarán mis pensamientos
de sobrevolar las montañas hacia esa costa del norte,
reposarán sus alas donde el brezo y el helecho
cubren tu noble corazón para siempre, por siempre jamás?

Frío bajo tierra… y quince diciembres desolados,
desde aquellas colinas doradas, se han derretido en la primavera:
¡en verdad es leal el espíritu que recuerda
después de tantos años de mudanza y sufrimiento!

Dulce Amor de juventud, perdóname si te olvido
mientras la marea del mundo me arrastra consigo;
otros deseos y otras esperanzas me asedian,
esperanzas que pueden ensombrecerte mas no hacerte daño.

Ninguna nueva luz ha iluminado mi cielo,
ninguna mañana ha vuelto a brillar para mí;
toda la dicha de mi vida se entregó con tu vida,
toda la dicha de mi vida está enterrada en la tumba contigo.

Pero, cuando se fueron los días de los sueños dorados
y la desesperación no tenía ya poder para destruir,
entonces aprendí cómo amar la existencia,
fortalecerla y alimentarla sin ayuda de la alegría.

Entonces refrené las lágrimas de la pasión inútil,
desenganché mi joven alma del anhelo de la tuya,
con firmeza rechacé su ardiente deseo de precipitarse
a descender a esa tumba que ya era más que mía.

Mas todavía no me atrevo a dejar que desfallezca,
no me atrevo a complacerme en el extasiado dolor de la memoria
tras haber apurado esta angustia divina,
¿cómo podría adentrarme en el vano mundo otra vez?

Emily Brontë:  Thornton, 1818 - Haworth, 1848, Gran Bretaña.

Emily Bronte escribió unos 200 poemas, suficientes para ser incluida entre los grandes poetas del romanticismo inglés del XIX, época en la que coincide con Lord Byron, John Keats, Percy Shelley, William Wordsworth, William Blake, Robert Browning, Elizabeth Barrett y Cristina Rossetti.

Si alguien llama a tu puerta (Gabriel García Márquez)

    Si alguien llama a tu puerta Gabriel García Márquez Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,  Y algo de tu sangre late y no reposa En su...