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La vida es sueño, Monólogo de Segismundo (Calderón de la Barca)

 La vida es sueño

Monólogo de Segismundo
Calderón de la Barca
Pedro Calderón de la Barca

                                                                   
Sueña el rey que es rey,
y vive con ese engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe,
 prestado, en el viento, escribe,
 y en cenizas le convierte
 la muerte, ¡desdicha fuerte!
 ¿Que hay quién intente reinar,
  viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
                         
 Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidado le ofrece;
 sueña el pobre que padece,
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
 sueña el que afana y pretende,
 sueña el que agravia y ofende,
  y en el mundo, en conclusión,
 todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
                         
 Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
 y soñé que en otro estado
 más lisonjero me vi.
¿Que es la vida? ... un frenesí,
   ¿Que es la vida? ... una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
 que toda la vida es sueño,
y los sueños ... sueños son.

                                                
 Pedro Calderón de la Barca: 1600 - 1681, España.
Poeta.

Soy un fracaso (Charles Bukowski)

 Soy un fracaso

Charles Bukowski

Le puse el seguro a la puerta del auto
y al levantar la mirada vi a este tipo
caminando hacia mí
se parecía a Peter mi viejo amigo
pero no era Peter
era un hombre demacrado
en jeans y camisa azul de trabajo
y me dijo:
“oye, mi esposa y yo
necesitamos algo para comer,
morimos de hambre”
Miré detrás de él
y ahí estaba
su mujer
que me miró con ojos a punto
de lágrima.
Le di un billete de cinco.
“¡Te amo, hombre!”, gritó,
“No me lo gastaré en bebida”.
“¿Por qué no?”, le contesté,
“Es lo que yo haría…”

Me alejé para entrar a un edificio
arreglé unos cuantos asuntos
salí
regresé al auto
como siempre
pensando
si hice lo correcto
o si fui víctima de un engaño.

Mientras conducía
recordé mis años
de miseria
hambriento más allá de cualquier arreglo
nunca pedí a nadie un centavo.

Esa noche, después de unos tragos,
le expliqué a la mujer con la que vivía
lo mucho que daba dinero a vagabundos
pero que yo
en los tiempos más obscuros
de hambre en mi vida
me negué a pedir nada a nadie.

“lo que pasa es que ni para eso
servías”, dijo ella.

Charles Bukowski: Alemania 1920 - Estados Unidos 1994.

El jardín (Ezra Pound)

 El jardín (En robe de parade Samain)

Como un ovillo de hebras de seda estampado contra una pared
ella bordea la tapia de un sendero en los jardines de Kensington
y se va muriendo poco a poco de una especie de anemia emocional.

Y por allí se pasea una chusma
de hijos de la miseria, inmundos, vigorosos, inextinguibles.
Ellos heredarán la Tierra.

Ella es el final de la estirpe.
Su aburrimiento es exquisito y excesivo.
Le gustaría que alguien fuese a hablarle,
y casi tiene miedo de que yo cometa esa indiscreción.

Ojos astrales (José Hernández)

x   José Hernández Si Dios un día, cegara toda fuente de luz, el universo se alumbraría con esos ojos que tienes tú. Pero si lleno de  agrio...