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Fatiga (Vicente Huidobro)

 Fatiga

Vicente Huidobro

Marcho día y noche
como un parque desolado.
Marcho día y noche entre esfinges caídas de mis ojos;
miro el cielo y su hierba que aprende a cantar;
miro el campo herido a grandes gritos,
y el sol en medio del viento.

Acaricio mi sombrero lleno de luz especial;
paso la mano sobre el lomo del viento;
los vientos, que pasan como las semanas;
los vientos y las luces con gestos de fruta y sed de sangre;
las luces, que pasan como los meses;
cuando la noche se apoya sobre las casas,
y el perfume de los claveles gira en torno de su eje.

Tomo asiento, como el canto de los pájaros;
es la fatiga lejana y la neblina;
caigo como el viento sobre la luz.

Caigo sobre mi alma.
He ahí el pájaro de los milagros;
he ahí los tatuajes de mi castillo;
he ahí mis plumas sobre el mar, que grita adiós.

Caigo de mi alma.
Y me rompo en pedazos de alma sobre el invierno;
caigo del viento sobre la luz;
caigo de la paloma sobre el viento.

Vicente Huidobro: Chile 1893 – 1948.

Canto pagano (Rudyard Kipling)

 Canto pagano

Rudyard Kipling

Yo que he estado donde he estado.
Yo que he ido donde he ido.
Yo que he visto lo que he visto
cómo podría nunca competir
otra vez con la terrible vieja Inglaterra,
casas a ambos lados de la calle,
cercas a los dos lados del camino,
en medio el sacerdote y las gentes de buena familia,
si nos encontramos, tocan mi sombrero
¿Yo que he visto lo que he visto?

Yo que he mirado medio mundo
levantarse brillante entero con el rocío,
que pone un velo de lluvia al sol,
y tan pronto como la niebla abre el paso
nuestro helio parpadea y parece divertido
tres lados de una plaza de noventa millas,
sobre valles tan grandes como un condado
¿Estáis allí? Estáis allí? ¿Estáis allí? Lluvia,Rocio,
Y el ritmo ciego entonces de nuestro fuego.
ruedo por la grama en la Terratenencia,
                                                                                  ¡yo!

Yo que he cabalgado a través de la oscuridad
con frecuencia, al final, cuarenta millas,
por todo el Rancho Mahollisberg,
con las estrellas sólo como guía
y sólo la noche como amiga,
y las cosas que huyen a mi paso,
y cosas que entre la hierba saltan,
y el silencio, el resplandor y el tamaño
de las alturas, indecibles cielos
estoy llevando algunas cartas casi
tanto como a una milla de la posta,
y «si no te importa regresa con el cambio.
                                                                                         ¡Yo!

Yo que he visto a Barbeton cogido
cuando caímos a través de las nubes sobre su cabeza,
tiraron los revólveres y huyeron
yo que cruzaba la Colina del Diamante,
y Pieters y Springs y Belfast
desde Dundee y todo Vereeniging
yo que aguanté hasta el final
(cinco galones relucen en mi pecho)
aprovecho mi domingo en la escuela,
con la ayuda del Terrateniente y de su mujer
(sin mencionar la criada y la cocinera),
entrar y manos arriba y sé todavía
trabajar honestamente por mi pan,
mi vida en este estado de vida
que complacerá a Dios que habrá de llamarme
                                                                                                ¡a mí!

Yo que he seguido mi oficio
allí donde los Rayos se fabrican;
entre las Lluvias y el Sol y la Luna
yo que me he acostado y levantado
tres años con el cielo como tejado-
que he soportado hambre y sed
seis mil millas enteras a pie,
con el Vaal y Orange como vaso,
el Brandwater Basin era el plato
¡Oh! difícil es comportarse como ellos quieren
(demasiado difícil, y tal vez demasiado pronto),
tendré antes que pensarlo
                                                       ¡yo!

Apareceré y de aquí me iré
viajaré al Sur y me aseguraré
si son sólo mis encantos o no
que hace pálida en Inglaterra la luz del sol,
y estropea en Inglaterra las brisas,
algo pequeño se ha perdido,
Yo que sé de un sol y de un viento,
algunos llanos, detrás una montaña,
y algunas tumbas junto a cercas de espino,
y un alemán con quien me he pegado fuerte me da
un trabajo donde me inclino
a mirar en una silla y vivo
donde no hay una carretera ni un árbol-
sino sólo mi Hacedor y yo,
esto -creo- ha de curarme o matarme,
por eso creo que allí tendré que ir a verlo.
                                                                                        ¡Yo!


Rudyard Kipling: Bombay, India 1865 - Londres, Reino Unido 1936.
Kipling obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1905
Escribió 2 libros de poemas Gunga Din y Si, el poema “Si” esencialmente es casi un himno dirigido al alma del lector.

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