La casada infiel (Federico García Lorca)

  La casada Infiel

Federico García Lorca



Y que yo me la lleve al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso. 
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas,
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos
sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.

Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre su limo.
Yo me quite la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
sus muslos se me escapaban 
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.

Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre, 
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la lleve al río.
Con el aíre se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quién soy.
Como un gitano legitimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porqué teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

Federico García Lorca, España: 1898 - 1936
Poeta, dramaturgo y prosista, perteneció a la generación del 27, fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española y del teatro del siglo XX

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