Mostrando entradas con la etiqueta Prosperidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Prosperidad. Mostrar todas las entradas

A Trasideo de Tebas (Píndaro)

A Trasideo de Tebas
Píndaro

Musa, si conviniste en ofrecer, a cambio de paga,
tu voz, obediente a la plata, a ti te corresponde hacerla tremolar aquí y allá
en honor de Pitónico, el padre, o de su hijo Trasideo,
cuya felicidad y fama están flameantes.

Hermosa fue su victoria de antaño con el carro y en Olimpia conquistaron con sus caballos el rayo veloz de los célebres juegos;
mientras que en Pito, al bajar a la arena para la carrera ligera,
fueron superiores a la helénica concurrencia por su rapidez.

Que no ambicione yo mas bienes que los divinos,
con aspiraciones adecuadas a la edad,
pues cuando me encuentro con que en una ciudad
los de enmedio poseen flor de prosperidad más duradera,
censuro el destino de las tiranías.

Dedicado estoy a los logros compartidos: fuera los envidiosos.
Mas cuando uno alcanza la cima y con pacífica conducta escapa
de la funesta desmesura, puede hacer mas bella travesía hasta el límite
de la negra muerte si a su gratísima descendencia
ha proporcionada renombrada gloria, mas poderosa que todas las riquezas.

Tal don es el que distingue al hijo de Ificles, Yolao, el que himnos dedicamos, y al fuerte Cástor, y a ti, soberano Polideuces, hijos de dioses,
que un día habitáis en la sede de Terapna y al otro dentro del Olimpo.

A Aristóclides, vencedor en el pancracio
Si bello de cuerpo y con una conducta que no desdice de su hermosura
el hijo de Aristófanes ha alcanzado la cima de su virilidad,
ya no es fácil seguir surcando el mar inaccesible
más allá de las columnas de Heracles,

héroe dios, dispuso como gloriosos testigos
del límite de la navegación, sometió éste en el mar a descomunales
monstruos de la navegación, sometió éste en el mar a descomunales
monstruos y por propio impulsa exploró de las marismas
las corrientes, por donde llegó hasta el punto final que le condujo de
regreso y descubrió aquella tierra. Corazón mío, ¿hacia que ajeno
promontorio desvías mi navegación ?

Te pido que lleves la Musa a Eaco y su raza.
Con mis palabras se compadece lo mas sublime de la justicia elogiar al
valeroso....

Del rubio Aquiles, ya de niño, cuando en casa de Fílira
vivía, grandes hazañas eran los juegos: muchas veces
con sus manos lanzaba, veloz como el viento, la jabalina de breve hierro,
en su lucha a leones salvajes la muerte causaba
y a los jabalís aniquilaba;
hasta los pies del Crónida Centauro llevaba los cuerpos agonizantes,
a los seis años por vez primera y en todo el tiempo postrero.

Cornucopia

    Cuerno de la Abundancia











Cornucopia palabra castellana de origen latino: corno (cuerno) y copia (abundancia), llamado Cuerno de la Abundancia, es el Símbolo de la Prosperidad.
La cornucopia data del siglo VIII y su origen es Grecia
Amaltea, hija de Meliso, rey de Creta, fue la nodriza que crió a Zeus con leche de cabra, algunas versiones indican que Amaltea era una cabra, ella lo amamanto y lo protegió. 
Amaltea perdió un cuerno cuando Zeus jugaba con sus rayos, le puso tal fuerza que se rompió y se desprendió y para no perjudicar a Amaltea le dio al cuerno el poder de dar al ser que lo poseía todo lo que deseaba, dando así a la cornucopia el símbolo de la prosperidad.
Desde hace muchos siglos se representa a la cornucopia relleno de verduras, flores y frutos y en los países anglosajones se acostumbraba utilizar una cesta en forma de cornucopia rellena de frutas y verduras.
También aparecen en los escudos de muchas naciones, como Venezuela, Honduras, Panama, Perú tiene una cornucopia llena de monedas de oro y Colombia llena de flores exóticas.


x

Cancionero: Canzoniere: Sonetos: CXXXIV y soneto LXI (Francesco Petrarca)

   Cancionero:  Canzoniere: soneto LXI Francesco Petrarca Bendito sea el año, el mes, el día, la estación, la hora, el instante, el país, el...